El autoconsumo energético es la capacidad de producir, gestionar y consumir in situ, la energía eléctrica generada.

Actualmente existen dos modalidades de conexión, la de autoconsumo instantáneo y la de balance neto, ambas opciones se complementarán con la red eléctrica existente en ese momento.

La modalidad de autoconsumo instantáneo consiste en consumir la energía autogenerada en el mismo momento de su generación. Si existen excedentes de energía, se pueden vender a precio de mercado (esta opción requiere de obligaciones fiscales) o instalando dispositivos de control electrónico, encargados de la gestión de la energía, ya sea forzando la conexión de cargas (termo eléctrico, lavadora, calefacción, aire acondicionado, …) o en caso necesario, abriendo el circuito generador de placas fotovoltaicas, cuando no se puede absorber los excedentes. Esta gestión energética se la conoce como inyección cero en red.

El balance neto es una modalidad de utilidad general para uso y pago de la energía en el cual el usuario que genera su propia energía eléctrica puede compensar los saldos de energía de manera instantánea o diferida.